Los elefantes no nacieron para vivir encadenados. Sin embargo, durante mucho tiempo han sido tratados como parte del espectáculo, sin considerar sus verdaderas necesidades. Por suerte, esto está empezando a cambiar.
Hoy queremos enfocarnos en una historia que, aunque comenzó en circunstancias difíciles, ha dado un giro positivo: la historia de la elefanta Somboon. Esta ejemplar hembra fue arrebatada de su hábitat cuando era apenas una cría, y durante más de 80 años fue utilizada en trabajos forzosos relacionados con la tala y el turismo.
Como tantos otros elefantes en su situación, vivió alejada de sus crías y fue obligada a participar en actividades como espectáculos callejeros o paseos turísticos. Día tras día, permanecía de pie, llevando personas sobre su lomo, cuando en realidad debería haber vivido libre, en un entorno natural.
Gran parte de esta realidad es consecuencia directa de la demanda de actividades turísticas que utilizan animales. Afortunadamente, organizaciones comprometidas están trabajando para cambiar esto.
Cuando la Fundación Save Elephant en Tailandia conoció la historia de Somboon, decidió intervenir. A través de una operación de rescate realizada en enero, lograron trasladarla a un lugar seguro: el santuario Elephant Nature Park.
Al momento de su llegada, Somboon, de 87 años, se encontraba en condiciones delicadas: deshidratada, con problemas de visión y en muy bajo estado físico. Pero, lo más importante, finalmente estaba fuera de peligro.
Lo primero que hizo al llegar fue tumbarse sobre la arena blanda preparada para ella, algo que muchos elefantes rescatados tardan semanas en lograr. Agotada por años de esfuerzo, Somboon se permitió descansar profundamente.
Levantar su cuerpo después de tanto tiempo de pie fue un gran reto, pero lo consiguió. Sus cuidadores, aunque al principio tenían dudas sobre su adaptación, han quedado sorprendidos por su evolución. Recibe cuidados constantes, alimentación adecuada y un entorno tranquilo para su recuperación.
Somboon continúa avanzando día a día, y ahora disfruta de algo que antes no conocía: respeto, tranquilidad y libertad. Su historia nos recuerda la increíble fortaleza de estos animales, así como la importancia de brindarles una vida digna.
Gracias al trabajo de quienes luchan por ellos, Somboon ahora vive rodeada de compasión y esperanza.
