A veces, las cosas más comunes esconden detalles sorprendentes que pasamos por alto. Uno de esos casos es el de las líneas que suelen aparecer en las toallas de baño.
¿Se trata de un simple adorno o tienen una función específica?
Todo comenzó con una publicación en X (antes Twitter), en la que alguien se preguntaba ¿por qué casi todas las toallas tienen una franja distinta cerca de los extremos? La pregunta despertó la curiosidad de muchos, generando respuestas divertidas.
Algunos usuarios bromeaban diciendo que esas franjas ayudaban a saber qué parte de la toalla usar para cada zona del cuerpo. Otros afirmaban que eran “líneas de velocidad” para secarse más rápido. Pero, dejando el humor de lado, también hubo quienes buscaron una explicación más concreta.
Resulta que estas líneas son conocidas como bordes "dobby", y su propósito va más allá del diseño. Según expertos textiles, como los de la empresa Towel Hub, este tipo de borde está diseñado para reforzar la estructura de la tela, evitar que se deshilache con los lavados y ayudar a que la toalla mantenga su forma y durabilidad en el tiempo.
Además, el borde dobby contribuye a que la toalla tenga una textura uniforme. Esto mejora su rendimiento al secar, ya que evita que algunas zonas absorban más humedad que otras. Muchas veces se piensa que mientras más gruesa es una toalla, mejor funciona, pero una mayor densidad puede hacer que tarde más en secarse por completo.
Estos bordes equilibran esa relación entre grosor, absorbencia y tiempo de secado, también cumplen una función visual. Le dan a la toalla un aspecto más estilizado y elegante, y facilitan su doblado y presentación, algo importante en lugares como hoteles o spas.
En algunos modelos, el patrón del borde incluso ayuda a identificar rápidamente su orientación. Así que la próxima vez que tengas una toalla en tus manos y veas esas franjas, sabrás que no están ahí por azar. Son un detalle práctico y funcional que aporta durabilidad, estética y comodidad.
¿Lo sabías? Si te pareció curioso, compártelo. Porque a veces, los pequeños descubrimientos hacen que miremos lo cotidiano con otros ojos.