Es común que ciertas afecciones de la piel pasen desapercibidas, sin embargo hay algunas que no podemos pasar por alto, como cuando aparecen manchas oscuras, especialmente en zonas como el cuello, las axilas o la ingle.
Una de las condiciones más relacionadas con este tipo de cambios es la acantosis nigricans, un trastorno de la piel que se caracteriza por presentar áreas más oscuras, de textura engrosada y con un aspecto aterciopelado.
Esta variación de la piel suele presentarse mayormente en los pliegues o en los lugares donde hay mayor fricción diaria, aunque a simple vista pueda generar bastante preocupación, la acantosis nigricans no es una enfermedad de la piel, si no un signo clínico que puede estar asociado a distintos procesos internos del organismo.
Por esa razón, entender lo que lo causa ayuda no solo a tratar la piel, sino también a identificar posibles condiciones subyacentes, las personas con obesidad, diabetes o resistencia a la insulina son las más propensas a desarrollar este oscurecimiento en la piel.
La relación entre la acantosis nigricans y el metabolismo es ampliamente reconocida, especialmente porque el cuerpo, al tener niveles elevados de insulina, puede estimular el crecimiento excesivo de células en la piel, dando lugar a estas manchas características. Por ello, su aparición puede funcionar como una advertencia temprana de un desorden metabólico que aún no ha sido diagnosticado.
También puede pasar, aunque menos frecuente, esta condición puede aparecer como consecuencia del uso de ciertos medicamentos, como algunos tratamientos hormonales o fármacos utilizados para tratar problemas endocrinos. En esos casos, identificar la relación entre el medicamento y la piel permite ajustar el tratamiento para revertir el efecto.
Existe también un grupo muy reducido de casos en los que la acantosis nigricans puede actuar como señal de un problema todavía más serio. Algunos especialistas advierten que, en circunstancias excepcionales, este trastorno cutáneo puede asociarse a la presencia de cánceres internos, sobre todo del estómago o del hígado.
Afortunadamente, tratar la causa subyacente suele mejorar la apariencia de la piel con el tiempo. Cuando la acantosis nigricans está relacionada con el sobrepeso, la reducción progresiva del peso corporal puede ayudar a recuperar el color y la textura normales.
Además, los dermatólogos pueden recomendar productos tópicos para suavizar la piel o aclarar gradualmente la zona afectada. Aunque estos tratamientos no abordan la causa principal, sí pueden ofrecer un apoyo estético mientras se trabaja sobre el origen del problema.
La acantosis nigricans, en definitiva,es más bien una señal de alarma que el cuerpo utiliza para comunicar que algo puede no estar funcionando del todo bien.