Uncategorized

¿Qué significan las líneas blancas en las uñas?

Share
Share

Las uñas pueden reflejar mucho sobre nuestro bienestar cotidiano. La aparición de líneas o manchas blancas —conocidas de forma general como leuconiquia— suele ser un hallazgo frecuente y, en la mayoría de los casos, no indica un problema grave.

Estas marcas pueden verse como puntitos, líneas finas horizontales o verticales, o áreas blanquecinas más amplias. Su aspecto varía según el origen: a veces surgen por microgolpes en la matriz de la uña (manicuras agresivas, presión del calzado, pequeños traumatismos) y otras por irritación química relacionada con esmaltes, quitaesmaltes o detergentes.

También es habitual que, con el paso del tiempo, la lámina ungueal muestre estrías y cambios de textura que forman parte del envejecimiento normal.

Causas habituales y cómo distinguirlas

Cuando las líneas blancas aparecen tras una manicura intensa o después de golpearnos los dedos, lo más probable es que se trate de lesiones leves que se desplazarán hacia la punta a medida que la uña crezca. Si hemos utilizado productos muy potentes o removido la cutícula en exceso, es posible que la superficie quede opacada o quebradiza por unos días.

En personas que realizan trabajos manuales, deportes de contacto o usan calzado ajustado, los roces repetidos también pueden generar estas señales. En otros casos, las líneas pueden relacionarse con periodos de enfermedad, fiebre alta o estrés físico que interrumpen temporalmente el crecimiento de la uña y dejan “huellas” visibles.

De forma menos frecuente, infecciones de la uña, trastornos cutáneos cercanos o tratamientos médicos específicos modifican la coloración o el ritmo de crecimiento.

Qué hacer y cuándo consultar

Lo primero es observar la evolución: si las marcas avanzan hacia el borde libre y se recortan con el tiempo, suelen corresponder a procesos benignos. Mantener hábitos de cuidado ayuda a que desaparezcan antes: hidratar uñas y cutículas, alternar periodos sin esmalte, usar quitaesmaltes suaves, evitar morder o arrancar pieles, y protegerse con guantes cuando se manipulen productos de limpieza.

Si las líneas blancas persisten durante meses, aparecen en muchas uñas a la vez, se acompañan de dolor, enrojecimiento, engrosamiento o cambios llamativos de forma, es recomendable acudir a un profesional de la salud para una valoración personalizada. Un especialista puede descartar infecciones o condiciones que requieran tratamiento y ofrecer pautas adaptadas al caso.

Consejos de cuidado diario

Procura cortar y limar las uñas con suavidad siguiendo su forma natural, hidratar la zona tras el lavado de manos y limitar la exposición a químicos fuertes. Si realizas actividades que impliquen golpes o fricción constante, considera protecciones adecuadas y descansos del esmalte para que la lámina se recupere.

Una alimentación equilibrada, rica en proteínas y micronutrientes, apoya el crecimiento saludable de las uñas, aunque la creencia de que las manchas blancas se deben exclusivamente a falta de calcio es un mito frecuente.

El foco debe estar en el cuidado integral y en evitar traumas repetidos.

Nota: Esta información es de carácter general y no sustituye la evaluación médica. Si notas cambios persistentes o preocupantes en tus uñas, consulta con un dermatólogo.

Share