Salud

No es comer banana: el método que realmente ayuda a reducir los calambres nocturnos.

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Despertarse en medio de la noche con un dolor terrible por un calambre muscular es una situación más habitual de lo que muchos imaginan.

Este es un dolor que aparece de forma repentina, el músculo especialmente de la pantorrilla se tensa sin aviso. Durante años, a este problema se le ha dado una recomendación popular, se trata de comer una banana antes de dormir.

Sin embargo, cada vez más especialistas de la salud coinciden que este no siempre es la solución para esta condición y que, en muchos casos, puede incluso ser contraproducente.

La asociación entre la banana y los calambres se debe principalmente a su alto contenido de potasio, un mineral esencial para la contracción y relajación muscular, no obstante, los calambres nocturnos no aparecen únicamente debido a una falta de potasio. El cuerpo humano es más complejo y responde a múltiples factores que influyen directamente en la aparición de estas molestias durante la noche.

Los calambres nocturnos pueden tener diversas causas, como la deshidratación, un déficit de minerales, mala circulación, el sedentarismo o una sobrecarga muscular tras actividad física intensa. También influyen factores como las malas posturas al dormir, el uso de colchones inadecuados y el estrés.

Por eso, la banana no siempre será la solución, los expertos proponen un enfoque más integral y efectivo. El llamado truco infalible no es mágico ni complejo, sino una combinación de hábitos simples que trabajan directamente sobre el funcionamiento muscular y la relajación del cuerpo antes de dormir.

Para empezar a combartir estos molestos calambres lo más importante es tener una hidratación adecuada a lo largo del día para reponer minerales, siendo el principal el magnesio.

El magnesio también puede incorporarse a través de alimentos específicos, como frutos secos, semillas, legumbres y vegetales de hoja verde, o mediante suplementos diseñados para el consumo nocturno. A diferencia de la banana, este mineral no aporta azúcares y, en muchos casos, contribuye a un sueño más profundo y reparador, lo que representa un doble beneficio.

Lo segundo consiste en dedicar unos minutos antes de acostarse a estirar suavemente los músculos, estirar los gemelos, los pies y la parte posterior de los muslos ayuda a liberar tensiones acumuladas durante el día y prepara al músculo para un estado de reposo.

Este hábito aunque te parezca muy sencillo tiene un impacto directo en la prevención de calambres nocturnos, ya que mejora la elasticidad muscular y favorece una mejor circulación en las piernas. Además, funciona como una señal para el cuerpo de que es momento de relajarse, facilitando la transición hacia el descanso.

En definitiva, aunque la banana es un alimento saludable dentro de una dieta equilibrada, no es la respuesta definitiva para los calambres que interrumpen el sueño.

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