Lo que comenzó como un viaje para conmemorar 40 años de matrimonio, terminó siendo una experiencia inolvidable para Marius y Michelle Nortje, una pareja sudafricana que eligió pasar su aniversario en el Parque Nacional Kruger.
Esta pareja suele frecuentar este lugar por su conexión especial con la vida salvaje. Durante una de sus rutas en diciembre, mientras recorrían los senderos del parque, se encontraron con tres jirafas entre la vegetación.
Una de ellas llamó especialmente la atención por presentar protuberancias visibles en su cuerpo. Aunque su aspecto era diferente al de las otras dos, el animal se mostraba tranquilo y en buen estado general. Marius, aficionado a la fotografía de naturaleza, decidió capturar el momento y compartir las imágenes en sus redes sociales.
Lo que no esperaban era que las fotos despertaran tanta curiosidad entre los usuarios, llegando incluso a ser compartidas ampliamente en plataformas digitales. Ante la preocupación por el estado de salud del animal, Marius etiquetó a las autoridades del parque en su publicación.
Poco después, la organización WorldWide Vets, especializada en salud animal, ofreció una explicación: la jirafa parecía presentar signos de una condición cutánea relacionada con el papilomavirus bovino, un virus que puede afectar a algunos animales silvestres, pero que no representa un riesgo para las personas.
Según la doctora Gemma Campling, fundadora de la entidad, estos casos suelen resolverse de forma natural, sin complicaciones graves. La transmisión del virus, explican los expertos, podría estar vinculada a aves que interactúan con los animales mientras se alimentan de parásitos.
A pesar de lo inusual de su apariencia, la jirafa se mostraba activa y adaptada a su entorno. Más allá de la sorpresa inicial, el encuentro se convirtió en una oportunidad para reflexionar sobre los retos que enfrenta la fauna silvestre.
Las imágenes captadas por Marius no solo sensibilizaron al público, sino que resaltaron la capacidad de adaptación y fortaleza de los animales. Para Marius y Michelle, esta experiencia reafirmó su amor por la naturaleza y su decisión de seguir explorando estos paisajes.
Lo que parecía una excursión más, terminó dejando una huella emocional profunda y un mensaje claro: en la naturaleza, cada momento tiene el poder de inspirar nuestros corazones.