Curiosidades

Las piedras en la garganta que nadie espera: qué son y cómo eliminarlas.

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Si alguna vez has notado una sensación extraña en la garganta y, al toser, aparece una pequeña masa blanquecina o amarillenta con un olor bastante desagradable, es probable que hayas experimentado lo que se conoce como tonsilolito.

También llamados piedras o cálculos amigdalinos, estos depósitos pueden ser molestos, aunque en la mayoría de los casos no representan un riesgo serio para la salud. Sin embargo, si no se tratan de manera adecuada, pueden causar molestias recurrentes y afectar la higiene bucal, además del aliento que provocan.

Los tonsilolitos son pequeñas formaciones endurecidas que aparecen en las criptas amigdalinas, unos pliegues naturales en las amígdalas que pueden retener partículas de alimentos, células muertas y bacterias. Con el tiempo, estas sustancias se endurecen por la acción de las sales de calcio presentes en la saliva, formando estas pequeñas piedras.

En muchas ocasiones, las personas los eliminan de forma natural sin darse cuenta, aunque en otros casos pueden causar síntomas más notorios y persistentes. Las amígdalas, que se encuentran en la parte posterior de la garganta, forman parte del sistema inmunitario y ayudan a atrapar microorganismos para prevenir infecciones.

Sin embargo, debido a sus cavidades y pliegues, a veces retienen residuos que pueden endurecerse si no se eliminan a tiempo. Esta acumulación y su posterior calcificación dan lugar a los tonsilolitos. Su formación suele estar relacionada con diversos factores, como la higiene bucal insuficiente, infecciones crónicas en las amígdalas y las características anatómicas de cada persona (algunas personas tienen criptas más profundas que facilitan la acumulación).

Uno de los síntomas más comunes es el mal aliento, ya que los tonsilolitos contienen bacterias y restos que producen un olor difícil de eliminar solo con el cepillado o enjuagues bucales. Para prevenir la aparición de estas formaciones, es importante mantener una higiene oral adecuada.

Cepillarse los dientes y la lengua después de cada comida, usar hilo dental y enjuagues antibacterianos son medidas que ayudan a reducir la acumulación de residuos en la boca y a prevenir los tonsilolitos. También se recomienda mantenerse bien hidratado y moderar el consumo de alimentos que puedan dejar restos en las amígdalas.

Si los tonsilolitos ya se han formado, existen distintas formas de tratarlos y eliminarlos. A menudo, se desprenden solos al toser o al ingerir ciertos alimentos. También es posible ayudar a eliminarlos con enjuagues de agua con sal o con dispositivos de irrigación bucal.

En casos donde los cálculos son más grandes o persistentes, se recomienda consultar a un profesional de la salud para su extracción de forma segura, evitando el riesgo de infecciones o lesiones al intentar removerlos por cuenta propia.

En situaciones más complicadas, cuando los tonsilolitos provocan infecciones repetidas o afectan la calidad de vida, el especialista podría considerar la extirpación de las amígdalas (amigdalectomía). Esta intervención se recomienda únicamente en casos en los que el problema persiste y no se resuelve con otras opciones.

Aunque los tonsilolitos no suelen ser un problema grave, pueden resultar incómodos y afectar la salud bucal. Mantener una buena higiene oral y acudir al especialista si los síntomas persisten son las mejores formas de prevenir y controlar su aparición.

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