El infarto de miocardio (músculo del corazón) no siempre ocurre de forma repentina, en muchos casos, el organismo comienza a manifestar cambios semanas antes, y muchas veces son confundidos con estrés, cansancio o problemas digestivos.
Es por esto que reconocer las señales tempranas de un infarto al miocardio puede ayudar a buscar atención médica a tiempo, así que aquí te haré un listado de las señales más comunes a tiempo antes de un infarto al miocardio.
Fatiga inusual y persistente
Un cansancio intenso que aparece sin una causa clara, incluso después de descansar, puede ser una señal temprana. Muchas personas describen una sensación de agotamiento constante que dificulta las actividades cotidianas.
Falta de aire con esfuerzos mínimos
Sentir dificultad para respirar al caminar distancias cortas, subir unas pocas escaleras o realizar tareas simples puede indicar que el corazón no está bombeando sangre de manera eficiente.
Molestias en el pecho
Es importante saber que no siempre se presenta como un dolor fuerte, este dolor pueede sentirse como una simple presión, opresión, ardor o incomodidad en el centro del pecho que aparece y desaparece. En ocasiones se confunde con acidez o problemas gástricos.
Dolor que se irradia a otras zonas
El malestar puede extenderse hacia el brazo izquierdo o derecho, el cuello, la mandíbula, la espalda o incluso la parte superior del abdomen. Este síntoma no siempre es intenso, pero sí persistente o repetitivo.
Mareos, sudoración o náuseas
Episodios de sudor frío, sensación de mareo, debilidad repentina o náuseas sin causa aparente pueden estar relacionados con alteraciones en el flujo sanguíneo del corazón.
Cambios en el sueño y ansiedad inexplicable
Algunas personas experimentan bastante dificultad para dormir, despertares nocturnos o una sensación de ansiedad constante sin motivo claro en las semanas previas a un evento como este.
Estas señales no confirman por sí solas la ocurrencia de un infarto al miocardio, pero sí indican que algo no está funcionando correctamente. Los síntomas pueden variar entre hombres y mujeres, y no siempre se presentan todos.
Es importante prestar suma atención a cambios persistentes en el cuerpo, y nunca este texto va a sustituir un diagnóstico médico. lo más recomendable es consultar con un profesional de la salud.
