Dylan y Cole Sprouse, conocidos mundialmente por sus papeles protagónicos en la serie de Disney Channel Zack y Cody: Gemelos en acción, han crecido lejos de los focos que alguna vez los rodearon como íconos juveniles.
Hoy, con 30 años, ambos han tomado caminos muy distintos, sorprendiendo a muchos de sus seguidores que los recuerdan de su etapa como actores infantiles. Después de alcanzar la fama en su infancia, los gemelos decidieron alejarse de la actuación por un tiempo para enfocarse en su vida académica. Ambos asistieron a la Universidad de Nueva York, donde Cole estudió arqueología y Dylan diseño de videojuegos.
Esta decisión fue aplaudida por muchos como una forma madura de reconectar con una vida más normal después de años en el centro de atención. Con el tiempo, Cole Sprouse regresó al mundo del entretenimiento, participando en proyectos como Riverdale, donde interpretó a Jughead Jones. Su carrera como actor adulto ha sido exitosa y también se ha abierto paso como fotógrafo.
Por su parte, Dylan optó por emprender en otros ámbitos, incluyendo la cofundación de una cervecería artesanal en Brooklyn y participar en películas independientes. En cuanto a sus vidas personales, ambos mantienen perfiles más discretos, aunque ocasionalmente comparten momentos personales en redes sociales.
Cole ha hablado abiertamente sobre su relación con la fama y la salud mental, mientras que Dylan ha mantenido una vida más alejada del espectáculo, enfocándose en sus proyectos creativos. Lo que más sorprende de los gemelos es su evolución: de ser rostros inseparables en la pantalla a convertirse en adultos con identidades y caminos propios.
Aunque sus vidas han tomado rumbos diferentes, ambos han demostrado tener los pies en la tierra y estar comprometidos con lo que los hace felices.
Para muchos fans que crecieron viéndolos en televisión, es reconfortante ver que, más allá de la fama temprana, los gemelos Sprouse han logrado construir vidas auténticas, equilibradas y llenas de propósito.
