Salud

Esto es lo que debes saber si te pusiste la vacuna contra el coronavirus.

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Millones de personas en todo el mundo recibieron la vacunación masiva contra el virus de COVID-19, estas ayudaron a frenar los contagios y a reducir la cantidad de casos graves y partidas.

Sin embargo, como suele pasar con el tiempo, comenzaron a aparecer reportes sobre efectos secundarios poco frecuentes, entre ellos uno que llamó la atención de la comunidad médica: la miocarditis, una inflamación del músculo del corazón.

La miocarditis es una afección en la que el tejido del corazón se inflama, lo que puede afectar su capacidad para bombear sangre de manera eficiente. En la mayoría de los casos, suele ser leve y se resuelve con tratamiento médico, aunque en algunos pacientes puede requerir observación hospitalaria.

Según los estudios científicos que se han logrado realizar sobre esto, este efecto adverso aparece con mayor frecuencia en hombres jóvenes, especialmente en aquellos que son menores de 30 años, y suele manifestarse pocos días después de recibir la segunda dosis de una vacuna de ARN mensajero (mRNA), como las de Pfizer-BioNTech o Moderna.

Es de suma importancia conocer los síntomas más comunes asociados a esta reacción, entre estos se incluyen dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o fatiga inusual. Los especialistas subrayan que, ante cualquiera de estos signos, es fundamental consultar de inmediato a un médico o acudir a un centro de salud, ya que un diagnóstico temprano permite una recuperación más rápida y segura.

Los organismos de salud han confirmado que los casos de miocarditis vinculados a las vacunas son extremadamente raros en comparación con la cantidad total de dosis aplicadas. Además, recalcan que los beneficios de la vacunación han prevenido hospitalizaciones y partidas.

Los científicos han explicado que la reacción inflamatoria podría deberse a una respuesta inmunológica excesiva en algunas personas, lo que provoca que el sistema inmune ataque temporalmente al tejido cardíaco. Sin embargo, la mayoría de los afectados se recupera por completo con descanso, medicación y seguimiento médico.

Con el paso del tiempo se ha seguido dando seguimiento de millones de casos, la ciencia ha podido ajustar las recomendaciones. Algunos países han modificado el intervalo entre dosis o la elección de ciertas vacunas según edad y género, buscando minimizar riesgos.

Los especialistas han afirmado que los beneficios de la inmunización siguen siendo mucho mayores que los posibles efectos adversos. Gracias a las vacunas, se han salvado millones de vidas, se redujeron las hospitalizaciones y se logró controlar la expansión del virus en gran parte del mundo.

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