Si miramos al cielo en un día despejado, es bastante común observar largas líneas blancas trazadas detrás de los aviones.
Incluso a veces se cruzan entre sí, formando figuras que parecen dibujadas sobre el azul del cielo. Pero, ¿qué son exactamente esas marcas? ¿Por qué unas veces aparecen y otras no? Aunque existen muchas teorías al respecto, la explicación científica es clara: se trata de estelas de condensación, un fenómeno atmosférico totalmente natural.
Resulta ser que las líneas blancas que dejan los aviones se llaman “contrails”, una abreviatura del término inglés condensation trails, que significa “estelas de condensación”. Estas se forman cuando los motores de las aeronaves expulsan vapor de agua caliente durante el proceso de combustión.
Ese vapor que liberan los aviones se mezcla con el aire frío y seco de las capas altas de la atmósfera, donde la temperatura puede alcanzar los -40 grados Celsius o menos.
Al producirse ese choque térmico tan intenso, el vapor se condensa rápidamente y forma pequeños cristales de hielo, muy similares a los que componen las nubes. Esos diminutos fragmentos reflejan la luz del sol, por eso las estelas se ven blancas y brillantes. En esencia, lo que observamos son nubes artificiales que el avión deja tras su paso.
Es importante recalcar que no todas las aeronaves generan este efecto, para que una estela sea visible, deben darse condiciones específicas de temperatura, presión y humedad en la altitud por la que vuela el avión.
Si el aire está demasiado seco, los cristales de hielo se evaporan y la línea desaparece en pocos segundos, pero en cambio, si la atmósfera está húmeda, las partículas se mantienen por más tiempo, dando lugar a estelas persistentes que pueden durar varios minutos o incluso horas.
Los meteorólogos se aprovechan de la presencia o duración de estas líneas para interpretar las condiciones atmosféricas en las capas altas del cielo. Si las estelas permanecen visibles durante mucho tiempo, hay posibilidad de que exista una alta humedad en la tropósfera, lo que puede indicar la llegada de un frente frío o lluvias cercanas.
Algunos grupos han sostenido durante años, sin ninguna evidencia científica, que esa estela se debe a que los aviones liberan deliberadamente sustancias químicas o biológicas con distintos propósitos, desde el control del clima hasta la manipulación de la población.
El tipo de motor y el combustible del avión también influyen en la forma y duración de las estelas, los aviones modernos utilizan turbinas de alta eficiencia que generan grandes cantidades de vapor de agua y gases calientes, lo que aumenta la probabilidad de formación de contrails en determinadas alturas.
Por esta razón, estas neblinas blancas suelen verse más frecuentemente en vuelos comerciales de larga distancia, que operan entre los 8.000 y 12.000 metros de altitud.
En resumen, las líneas blancas que observamos detrás de los aviones no son más que una consecuencia visible de la física del aire y la temperatura.