La icónica pareja de Hollywood, Michael Douglas y Catherine Zeta‑Jones, ha estado en el centro de rumores recientemente, tras reportarse supuestas tensiones en su matrimonio luego del retiro de él del mundo del cine.
Después de casi seis décadas frente a las cámaras, Michael anunció su retirada con la intención de pasar más tiempo en casa. Sin embargo, se dice que Catherine atraviesa un proceso de adaptación: ella estaría extrañando la independencia que solía tener cuando ambos tenían agendas muy activas. El desequilibrio entre la búsqueda de tranquilidad de él y el deseo de ella por su propio espacio podría haber generado cierta fricción interna.
La relación comenzó en 1998 tras conocerse en un festival de cine. Se casaron en noviembre del 2000 y han criado juntos a dos hijos. A pesar de una breve separación en 2013, se reconciliaron al año siguiente y han mantenido una relación sólida llena de complicidad.
Hoy se preparan para celebrar sus 25 años de unión, un logro poco común en el mundo del entretenimiento. Catherine, siempre con su característico ingenio, bromeó sobre sobrevivir sin intentos letales por parte de su esposo, mostrando que el sentido del humor sigue siendo uno de los pilares que sostienen su vínculo.
Con Douglas fuera de los sets y Catherine sumergida nuevamente en la actuación, especialmente estelarizando una serie televisiva reciente, la dinámica dentro del hogar ha cambiado. Ella reconoció que él ha sido un gran apoyo en años recientes, mientras ella se mantiene ocupada con proyectos propios.
Aunque han surgido especulaciones sobre una "crisis" en su relación, lo que parece primar es la transición natural de dos personas que han compartido roles diferentes en distintas etapas de la vida. Su historia demuestra que un matrimonio duradero puede desafiar pronósticos, siempre que exista respeto, apoyo mutuo y sentido del humor.