Salud

El pequeño orificio delante de la oreja que muchos desconocen: qué es y como eliminarlo.

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Muchas personas al mirarse al espejo detenidamente descubren un pequeño orificio delante de la oreja, ubicado justo donde comienza el pabellón auricular, y pueden haber estado toda su vida sin notarlo.

Esta condición se conoce como fístula auricular o fístula preauricular y, en la mayoría de los casos, es benigna y congénita y no presenta ningún problema mayor de salud.

¿Qué es una fístula auricular?

La fístula auricular no es más que una pequeña abertura en la piel que se forma durante el desarrollo embrionario. Corresponde a un conducto estrecho que en realidad, no debería estar presente, pero que queda como una variación anatómica desde el nacimiento.

Es importante saber que esta no está relacionada con mala higiene ni con enfermedades adquiridas a lo largo de la vida.

En algunas personas, esta fístula puede empezar a acumular secreciones, lo que provoca la salida de un líquido espeso, muchas veces con un olor bastante desagradable, especialmente al presionarlo. Esto ocurre porque el canal puede obstruirse o infectarse levemente.

Aunque muchas fístulas auriculares nunca presentan síntomas, en ciertos casos pueden empezar a tener, secreción recurrente, inflamación local, dolor o enrojecimiento de la zona, todo esto significa que estamos ante una infección, cuando esto ocurre es de suma importancia visitar un profesional de la salud para tratarlo.

Si la fístula no causa molestias, no requiere tratamiento. En casos de infecciones repetidas o secreción persistente, el médico puede indicar antibióticos o, en situaciones específicas cuando las infecciones son mayores o repetitivas, cirugía para retirar el conducto de forma definitiva.

Se recomienda consultar a un profesional de la salud si aparece dolor, inflamación, secreción constante o signos de infección. Un diagnóstico adecuado evita complicaciones y descarta otras afecciones.

La fístula auricular es una condición más común de lo que se cree y, en la mayoría de los casos, no representa un riesgo para la salud. Sin embargo, conocerla permite identificar cuándo es necesario buscar atención médica y evitar molestias innecesarias.

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