En décadas anteriores la forma de vestir conservadora era regla, es por esto que una fotografía marcó la historia en Viva Las Vegas, esta abrió la puerta a curiosidades que habían pasado desapercibidas durante décadas.
Además de esto confirmó algo que los fans siempre creyeron, detrás de la perfección del glamour de hollywood existían momentos espontáneos, errores y detalles que hoy forman parte de la historia del cine clásico. Esa imagen accidental terminó convirtiéndose en un símbolo de lo que fue el rodaje: chispa, caos controlado y una química imposible de ocultar entre Elvis Presley y Ann Margret.
Era evidente que entre ambos actores había una inmensa conexión y esta era tan intensa que prácticamente iluminaba la pantalla. Su energía en la canción “The Lady Loves Me” quedó grabada en la historia del cine musical, y por último llegó Viva Las Vegas la cual terminó consolidándose como la película más taquillera de la carrera de Elvis.
Lo más curioso es que, a pesar de su enorme éxito, estuvo llena de pequeñas meteduras de pata que hoy marcan la historia, uno de los aspectos más comentados es lo mucho que Ann-Margret brillaba, incluso opacando a Elvis. Su presencia era tan poderosa que algunos cines llegaron a colocar su nombre por encima del de Elvis.
Un detalle fascinante es la forma en que se conocieron Elvis y Ann-Margret, su primer encuentro en un escenario casi vacío, acompañado solo por un piano, marcó la historia.
Durante el rodaje, la química entre ellos no solo se vio en pantalla, también compartían intereses, como las motos, las largas charlas nocturnas y un profundo amor por la familia.
Aunque Elvis estaba comprometido con Priscilla Presley, su relación con Ann-Margret fue tan intensa que él mismo llegó a pensar en casarse con ella. La película también tuvo conflictos creativos, especialmente relacionados con los ángulos de cámara que parecían favorecer a Ann-Margret.
Elvis Presley se quejó más de una vez de que estaba siendo relegado, algo que el famoso Coronel Parker no estaba dispuesto a permitir. Todo eso creó una tensión en el set que solo hace más interesante cualquier imagen captada por error durante esos días.
