El dolor de cadera es una molestia frecuente en adultos y puede estar relacionado con la articulación, los músculos o incluso con problemas en otras zonas del cuerpo. Se manifiesta en la ingle, el muslo, los glúteos o irradiando hacia la rodilla.
Causas frecuentes del dolor de cadera
1) Artrosis (osteoartritis)
Desgaste del cartílago que genera dolor, rigidez y pérdida de movilidad.
2) Bursitis trocantérea
Inflamación de las bursas en la parte lateral de la cadera. Dolor al acostarse sobre ese lado o al subir escaleras.
3) Tendinitis y lesiones musculares
Inflamación o sobrecarga de tendones y músculos de la cadera. El dolor aumenta con el esfuerzo.
4) Desgarro del labrum
Lesión en el cartílago que rodea la cavidad de la cadera. Puede causar chasquidos y sensación de enganche.
5) Pinzamiento femoroacetabular
Choque anómalo entre huesos de la cadera. Provoca dolor al flexionar o rotar la articulación.
6) Necrosis avascular
Falta de riego sanguíneo en la cabeza del fémur. Dolor progresivo y rigidez.
7) Fracturas y traumatismos
Dolor intenso tras caídas o golpes, común en personas con osteoporosis.
8) Dolor referido
Problemas en columna lumbar, hernias o trastornos urogenitales que se sienten como dolor de cadera.
9) Otras causas
Incluyen infecciones, displasia, síndrome de la banda iliotibial y diferencias en la longitud de las piernas.
Señales de alarma
Dolor intenso tras una caída, incapacidad de apoyar la pierna, fiebre, deformidad visible o síntomas persistentes por más de una semana.
Qué hacer en casa
Reposo relativo, aplicación de hielo y calor, analgésicos comunes, dormir con almohada entre las piernas y realizar estiramientos suaves.
Tratamiento médico
El diagnóstico se hace con examen físico e imágenes. El tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos, infiltraciones y, en casos graves, cirugía.
El dolor de cadera puede tener múltiples causas. Aunque muchas se resuelven con cuidados en casa, es fundamental consultar al médico si el dolor es intenso, persistente o viene acompañado de otros síntomas.