Los granos de Fordyce son pequeñas glándulas sebáceas visibles que aparecen en zonas como los labios, la mucosa oral o los genitales. Aunque su presencia puede causar dudas o incomodidad estética, es importante saber que se trata de una condición completamente benigna y común.
¿Dónde suelen aparecer?
Estas pequeñas protuberancias, de entre 1 y 3 milímetros, suelen observarse en:
- El borde de los labios (por dentro o por fuera).
- La mucosa bucal: mejillas, encías o paladar.
- Los genitales externos, como el pene o la vulva.
¿Son peligrosos o contagiosos?
No. Los granos de Fordyce no son infecciosos, no duelen ni pican, y no están relacionados con enfermedades de transmisión sexual. De hecho, no representan un riesgo para la salud y muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que los tienen.
¿Por qué aparecen?
Su origen está relacionado con las glándulas sebáceas, que en este caso se desarrollan en zonas donde no hay folículos pilosos. No se deben a malos hábitos ni a falta de higiene, y suelen hacerse más visibles durante la pubertad por cambios hormonales.
¿Requieren tratamiento?
Generalmente, no se necesita ningún tratamiento médico. Sin embargo, algunas personas buscan opciones por motivos estéticos. Entre los tratamientos disponibles, siempre bajo supervisión de un especialista, se encuentran:
- Uso de retinoides tópicos.
- Tratamientos con láser (como CO₂ o Erbium-YAG).
- Electrocoagulación o crioterapia.
Es importante recordar que estos procedimientos pueden tener efectos secundarios como irritación o cambios en la pigmentación, y no siempre garantizan resultados permanentes.
¿Se pueden prevenir?
No existe una forma específica de prevenir los granos de Fordyce, ya que están relacionados con la estructura de la piel y factores hormonales. Lo más recomendable es mantener una buena higiene bucal y corporal, y consultar con un dermatólogo si tienes dudas.
Los granos de Fordyce son una variación normal del cuerpo humano. Aunque pueden causar preocupación por su apariencia, no son dañinos ni requieren intervención médica en la mayoría de los casos. Si afectan tu autoestima o generan inquietud, la mejor opción es acudir a un profesional de la salud para recibir orientación adecuada.