Después de someterse a una cesárea, muchas mujeres han reportado un pequeño “colgajo” o pliegue en la parte baja del abdomen, justo encima de la cicatriz.
Aunque es algo muy común que ocurra, suele generar bastante incomodidad en las mujeres causando que busquen diversas opciones para reducirlo, es por esto que es de suma importancia conocer las causas de aparición para así tomar desiciones certeras para eliminarlo.
Se conoce como “colgajo de cesárea” al pliegue de piel y tejido que sobresale por encima de la cicatriz quirúrgica de la cesárea, este cambio sucede porque, durante la incisión y posterior unión de los tejidos, la piel y las capas de tejidos se adaptan a la nueva forma del abdomen.
Este "colgajo" no representa un problema de salud por sí mismo, pero puede afectar la apariencia física o incluso llegar a causar molestias al moverse o al vestir.
El colgajo no surge por una sola razón, sino por una combinación de factores naturales del cuerpo después del embarazo y la cirugía de la cesárea:
1. Cambios en la piel por el embarazo
La piel y el tejido subcutáneo se estiran durante meses a causa del embarazo. Después del parto, no siempre recuperan su firmeza inicial, lo que facilita la formación de pliegues.
2. Acumulación de grasa en la parte baja del abdomen
Esta zona tiende naturalmente a almacenar grasa, especialmente después de cambios los hormonales relacionados con el embarazo.
3. Adaptación de los tejidos internos tras la cirugía
La cesárea implica la incisión de varias capas de tejido, al cicatrizar, pueden formarse pequeñas retracciones internas que hacen que la piel caiga hacia adelante.
4. Retención de líquidos y proceso de cicatrización
Durante las primeras semanas y meses, el abdomen está más inflamado debido al postparto, esto puede acentuar el aspecto del pliegue, recuperándose por sí solo tiempo después.
5. Factores genéticos
La elasticidad de la piel y la forma del cuerpo influyen mucho en si este "colgajo" aparece o no.
La buena noticia es que existen varias maneras de mejorar la apariencia de este "colgajo". Algunas son hábitos cotidianos y otras, procedimientos que pueden recomendarse según cada caso.
1. Alimentación equilibrada y actividad física
Mantener un peso saludable ayuda a reducir la grasa en la zona baja del abdomen. Actividades como caminar, ejercicios de abdomen profundo y entrenamiento suave de pesas pueden ayudar.
2. Fortalecimiento del core
Ejercicios centrados en el suelo pélvico y la musculatura profunda (como respiraciones diafragmáticas y activación transverso abdominal) pueden mejorar la firmeza del abdomen.
3. Masajes y cuidados de la cicatriz
Un masaje suave realizado cuando el médico lo autorice ya que se recomienda no hacerse masajes el primer año postparto, ayuda a flexibilizar los tejidos y reducir tensiones internas.
4. Tratamientos estéticos no invasivos
Pueden recomendarse terapias como la radiofrecuencia, masajes reductores, ondas acústicas o procedimientos para mejorar la firmeza de la piel. No sustituyen hábitos saludables, pero sí pueden ayudar a obtener mejores resultados.
5. Cirugía reparadora
Cuando el pliegue es muy marcado o existen cambios irreversibles en los tejidos internos, un cirujano plástico puede orientar sobre opciones correctivas.
Si el colgajo genera molestias, dolor, irritación frecuente o afecta tu bienestar, es recomendable consultar a un médico. También si estás considerando cualquier tratamiento estético o quirúrgico, para recibir recomendaciones según la situación de cada paciente.