¿Tienes una cicatriz redonda o hundida en el brazo izquierdo y no sabes de qué es? Muchos la tienen y no conocen su origen. Esta marca es más que una simple señal en la piel: es parte de una historia global de salud pública.
¿Qué es esa cicatriz redondeada que muchas personas tienen en el brazo?
Se trata de una cicatriz de la vacuna contra la viruela. Esta vacuna fue aplicada masivamente hasta los años 70 en varios países. Su aplicación dejaba una marca visible, generalmente en el brazo izquierdo.
¿Por qué dejaba esa cicatriz?
A diferencia de las vacunas modernas, la vacuna contra la viruela se aplicaba con una aguja bifurcada. Esta herramienta realizaba múltiples punzadas (de 10 a 15) para introducir el virus atenuado. Como resultado, se formaba una pequeña herida que generaba costra y posteriormente dejaba una cicatriz permanente.
¿Cuándo dejaron de aplicarla?
La vacunación masiva contra la viruela fue suspendida entre 1972 y 1980, luego de que la enfermedad fuera oficialmente erradicada. Hoy en día, solo personas mayores de cierta edad o con profesiones específicas (como personal militar o de laboratorio) conservan esta marca.
¿Es lo mismo que la cicatriz de la BCG?
No. La vacuna BCG contra la tuberculosis también deja una marca, pero su forma y ubicación pueden diferir. La cicatriz BCG suele ser más elevada y se encuentra muchas veces en el brazo derecho. La de la viruela es redonda, deprimida y más visible.
¿Sigue siendo relevante hoy?
Aunque ya no se aplica, esta cicatriz simboliza uno de los logros más grandes de la medicina: la erradicación de la viruela. Además, estudios recientes sugieren que quienes la recibieron podrían tener cierta inmunidad cruzada frente a virus similares, como el de la viruela del mono.
La cicatriz de la vacuna contra la viruela es una huella histórica. Más que una marca, es testimonio de una lucha global contra una enfermedad que cambió el mundo. Si tú o alguien que conoces la tiene, ¡es casi como llevar un pasaporte médico del pasado!