Es común que los perros, al saludar o explorar, usen su nariz como principal herramienta para recopilar información sobre la persona. Aunque puede parecer extraño o incómodo cuando tu mascota se acerca a ciertas partes del cuerpo, no te preocupes, este comportamiento tiene una explicación completamente natural.
Los perros tienen un sentido del olfato muy desarrollado, con más de 200 millones de receptores olfativos mucho más que los humanos, lo que les permite captar olores imperceptibles para nosotros. Esta capacidad les ayuda a reconocer personas, emociones e incluso cambios hormonales.
Una de las zonas que más atrae a los perros es esta región, debido a que allí se concentran glándulas sudoríparas que emiten olores particulares. Para los perros, esos olores funcionan como una "tarjeta de presentación", una manera rápida de obtener información sobre el estado emocional, hormonal o incluso la salud de alguien.
¿Es normal este comportamiento?
Sí, es completamente normal en el mundo canino. Para ellos, olfatear es equivalente a una conversación. No se trata de una acción inapropiada, sino de una conducta guiada por su instinto natural de exploración y socialización.
¿Qué hacer si esto te resulta incómodo?
Aunque es un comportamiento común, puedes guiar a tu perro hacia formas más apropiadas de interactuar con las personas:
Redirige su atención: Ofrece juguetes, premios o actividades que estimulen su olfato sin invadir el espacio personal de tus invitados.
Refuerza órdenes básicas: Enseñarle a sentarse o a saludar con la pata puede evitar esos momentos incómodos y reforzar buenos modales.
Premia el buen comportamiento: Cada vez que tu perro salude de forma tranquila y respetuosa, recompénsalo con cariño o alguna golosina.
Este tipo de comportamiento no es una falta de educación por parte del perro, sino una muestra de su naturaleza curiosa y comunicativa. Con paciencia y entrenamiento positivo, puedes enseñarle a saludar de una manera más adecuada sin reprimir su instinto natural de olfatear a las personas.