Los miomas uterinos son tumoracionas benignas que se desarrollan específicamente en el músculo del útero, conocido médicamente como miometrio.
Aunque no son cáncer en sí ya que son benignos, pueden causar síntomas que afectan la calidad de vida de la mujer, como la fertilidad y el bienestar general, lo más preocupante es que, en muchos casos, crecen de forma silenciosa incluso durante años.
¿Qué son exactamente los miomas uterinos?
Son crecimientos anormales de las células del tejido muscular del útero, estos pueden ser muy pequeños o alcanzar tamaños considerables. Una mujer puede tener uno solo o varios miomas al mismo tiempo, y por su localización ser dentro del útero influye mucho en los síntomas que provocan.
No existe una causa única de aparición, pero se sabe que están relacionados con, cambios hormonales, especialmente estrógenos y progesterona, factores genéticos, inicio temprano de la menstruación, sobrepeso u obesidad, antecedentes familiares.
Es por esto que es de suma importancia reconocer las señales tempranas de que se tiene un mioma en el útero, muchas mujeres normalizan estos síntomas sin saber que podrían estar relacionados con miomas:
– Sangrados menstruales abundantes o prolongados, que pueden causar anemia.
– Dolor o presión en la parte baja del abdomen o pelvis.
– Sensación de inflamación o aumento del tamaño del abdomen.
– Dificultad para quedar embarazada o abortos recurrentes
– Necesidad frecuente de orinar o estreñimiento, por presión sobre órganos cercanos
¿Si tengo un mioma se puede afectar el embarazo?
Sí, y dependiendo de su tamaño y ubicación, los miomas pueden dificultar la implantación del embrión, aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo o interferir con el parto. Sin embargo, muchas mujeres con miomas logran embarazos saludables con el seguimiento médico adecuado.
Para diagnosticarlos con certerza es imprescindible realizar uno de estos procedimientos:
– Ecografía pélvica
– Resonancia magnética
– Exámenes ginecológicos de rutina
Por eso es que resulta tan importante acudir a controles ginecológicos regulares, incluso cuando no hay síntomas evidentes.
Para tratarlos es importante que sepas que no siempre hay que operar, esta decisión va a estar influenciada de muchos factores como la edad, los síntomas, el tamaño de los miomas y si la mujer desea o no quedar embarazada.
Los miomas uterinos no siempre dan señales claras, pero cuando el cuerpo habla, debe ser escuchado. Normalizar el dolor intenso o los sangrados excesivos puede retrasar un diagnóstico importante. Es por esto que se debe visitar el ginecologo periódicamente.
